Conenido
Tilcara
Para continuar el trayecto por el Norte Argentino nos movimos hasta Tilcara, a 26 km de Purmamarca.
Hay varias frecuencias de buses en el día. Pero en la semana de turismo (o semana santa) parece que hay mucha gente en la zona con ganas de visitar Tilcara… y nos quedamos sin lugar por ir sobre la hora a sacar el pasaje.
Después de evaluar algunas opciones (no había tantas!) logramos contratar un taxi para que nos llevara hasta nuestro alojamiento en Tilcara. Nos salió bastante más caro, pero por estos días Argentina nos resulta muy barato con el cambio, así que tampoco nos sacó de presupuesto
Tilcara es una ciudad un poco más grande, hay más locales turísticos y se ve más movimiento en las calles céntricas. También se ven las montañas al final de alguna calle o por encima de las casitas, todas bajas.
En la plaza se pueden encontrar puestos con productos locales y artesanías, aunque al estar cubiertos con plásticos o nylon le sacan un poco el encanto. Y a pocos metros de la plaza se puede visitar el mercado, aquí podrás encontrar cualquier cosa y es donde se abastecen también los habitantes de la ciudad.




Muchos viajeros utilizan Tilcara de base para recorrer otras ciudades y atracciones de la zona por estar en el medio de la quebrada.

Desde aquí nosotras visitamos:
Garganta del diablo (6km)
Se puede ir en auto hasta la entrada en la cima del cerro. Partiendo desde Tilcara es fácil conseguir taxi en la plaza de la ciudad para hacer ese trayecto.
También hay un sendero para llegar caminando (un poco más corto, 4km). Nosotras fuimos en auto que es subida, y a la vuelta lo hicimos caminando. Así aprovechamos a ver los paisajes de cada camino.

La garganta es una pequeña cascada natural, por sí sola no es que impresione mucho, pero inmersa en ese paisaje que se va recorriendo para poder llegar hace que sea uno de los paseos más especiales de Tilcara.
Al llegar arriba hay que registrarse y pagar una entrada para poder hacer el descenso hacia el lecho del río, por donde se puede caminar hasta encontrar la garganta. Esta caminata (15’) con el sonido del agua de fondo es muy agradable y tranquila, aunque hay que ir mirando donde pisar y saltando el río de vez en cuando que va serpenteando entre las dos paredes de montañas a los lados.


No es para nada peligroso, como mucho mojarse un poco algún pie si erramos el paso. En este caso las piedras en el camino se agradecen ya que ayudan para ir cruzando los hilos de río mientras se va avanzando (será una metáfora de la vida misma? 😳😂)


A la vuelta, en vez de subir por la misma escalera hasta el punto de entrada, se puede dar la vuelta por un mirador que termina llegando al mismo lugar en la cima.
El sendero de bajada para volver a la ciudad, solo para caminantes, ofrece unas vistas espectaculares. Y tampoco es muy pesado, aunque sean 4km. Quizá lo más difícil es ir mirando el camino para no tropezar mientras tenemos semejante paisaje al frente.
No olviden, al menos por un instante, parar, bajar la cámara, tomar una bocanada de aire… y sólo mirar.


Puente Ferroviario
En los límites de la ciudad, y justo bajando del paseo de la Garganta del Diablo, nos encontramos con el Puente Ferroviario. Es un antiguo puente, que en realidad ya no es ferroviario sino que lo utilizan autos y peatones. Hoy ya es una de las atracciones de Tilcara por ser muy particular.


Siguiendo por el puente, se puede llegar al Pucará.
Pucará de Tilcara
Una visita obligada de la zona.

El Pucará es un yacimiento arqueológico de una cultura contemporánea de los Incas: los Tilcara. Según las investigaciones, finalmente también fueron parte del imperio Inca que se fue extendiendo hasta esta zona incluyendo a los que aceptaban pagar sus impuestos, o destruyendo a los que no. Hay restos de otras poblaciones cercanas donde se evidencia que fueron arrasados con violencia, presumiblemente por no aceptar pagar los tributos que los Incas exigían.
Hicimos la visita con un guía local, quién nos explicaba que esto también es una forma de entender la derrota de los Incas, un imperio tan poderoso, frente a los españoles, menores en cantidad y sin conocimiento de la zona. Estos pueblos destruidos o sometidos durante años por los Incas, prefirieron aliarse con los nuevos visitantes para salir de ese hostigamiento Inca. Suponemos no podían imaginar que lo que vendría quizá podía ser aún peor…
Recomiendo fuertemente la opción de entrada con visita guiada, se recorren las ruinas con un guía local muy calificado que explica y cuenta la historia de una forma muy amena y divertida. ¡Aprendimos un montón! Y entendimos lo que estábamos viendo. Luego te puedes quedar el tiempo que quieras para recorrer libremente.


La pirámide y las construcciones que se ven no son restos reales sino reconstrucciones que se hicieron a comienzos del siglo XX, y que hoy con mayor investigación y estudios podemos saber que no son exactamente representativas de cómo habría sido este lugar hace más de 500 años. Sin embargo, también hay otros restos, un poco más destruidos, que los arqueólogos aún siguen analizando.
Y como todo en esta zona las vistas son increíbles. Y como los Tilcara tampoco eran tontos, su pueblo lo hicieron en las alturas, según el guía para evitar inundaciones, aunque para mi fue por la vista 😜


Maimará y la Paleta del Pintor (8km)
Otra parada imperdible de la Quebrada es este pueblito a los pies de este cerro de colores. Es de muy fácil acceso ya que es sobre la ruta, incluso hay un mirador donde se puede parar sin siquiera entrar al pueblo. Desde Tilcara se puede tomar bus o taxi para llegar.
La Paleta del Pintor parece exactamente eso, una combinación de colores y tonos sacada de un cuadro. Es como estar en un museo al aire libre. Lo mejor es ir en la tarde ya que el sol da sobre los cerros y los colores son mucho más brillantes
También vale la pena un paseo por las callecitas de Maimará, descubrir la plaza y su iglesia en ese entorno tranquilo del lugar. La paleta del pintor sigue siendo el telón de fondo en este paseo, dándole un toque un poco mágico a este pueblo.




Con esta pequeña muestra de algunos de los lugares que se pueden vistar desde Tilcara, queda claro que es un punto perfecto para quedarse unos días y poder recorrer la zona.
Nuestro recorrido seguía unos km al norte con la próxima parada: Humahuaca