Hvar es una pequeña isla cerca de la costa de Split, en Croacia (1 hora en ferry). Merece la pena una visita por el día o, si te dan los tiempos, está ideal para quedarse alguna noche.

Conenido
Info útil
- Cómo llegar
Hay ferris todos los días desde Split y según la época la cantidad de frecuencias. También hay ferris desde/hacia Dubrovnik. Esta es la página de la empresa donde podes ver los horarios y comprar los tickets si te interesa. Si no viajas en temporada, dificilmente se llenen los ferris por lo que podés comprar el ticket en el momento.

- Dónde dormir
Yo me quedé en el White Rabbit Hostel y me encantó, cuartos cómodos y la gente muy agradable. Pero por supuesto también hay hoteles de lujo y opciones para todos los gustos (o gastos). Aquí puedes ver la oferta de alojamiento según tus intereses
- Tours
Si tenés la suerte de poder quedarte más días en Hvar, quizá te pueda interesar realizar alguno de los paseos que se ofrecen aquí.
Isla de Hvar
Yo estuve dos noches y aquí les cuento mis vueltas por esta maravillosa isla que me dejó con muchas ganas de disfrutarla un poquito más
Parece que la noche es la especialidad de Hvar en temporada de verano, por eso se ganó el apodo de Ibiza croata. Aunque en mi caso, estuve fuera de temporada y (por suerte para mi gusto) estaba bastante vacía y tampoco encontré mucho movimiento a la noche. (Ok, tampoco lo busqué demasiado)
Quería conocer alguna de las tantas islas en la costa del Adriático y me incliné por esta por facilidad de transporte, ya que no siendo temporada no había ferrys todos los días a todos lados. ¡Fue una excelente decisión!

Hvar se llama la isla y también la ciudad más grande, a una de las cuales llegan los ferrys desde Split. Hay otras poblaciones más pequeñas a lo largo de la isla, como Stari Grad, la segunda en importancia y en atractivo para visitar, y que también es puerto para ferrys. Yo lamentablemente no llegué a conocerla, pero si se permanece algunos días en la isla es una visita obligada según mencionan en varios sitios turísticos y también me lo comentaron los habitantes de la isla. El puerto de Stari Grad es más utilizado por los ferrys que transportan autos (no era mi caso), así que si van con vehículo seguramente arriben a esta ciudad.
Día 1 (tarde) – Fortaleza española
No había investigado mucho sobre Hvar antes de llegar, pero apenas bajé del ferry la isla me “compró”: a lo lejos en la parte alta de la ciudad se veía una enorme fortaleza antigua. Si, soy fanática de castillos, fortalezas medievales, alcazabas y esas cosas 🤷🏻♀️

Es la Fortaleza Española, llamada así porque fue diseñada por ingenieros españoles y está allí desde el siglo XVI
Luego de pasar por el hostel a dejar mis cosas, miré de pasada la plaza principal y puse rumbo apresurado hacia la Fortaleza. Ya era de tardecita y no sabía si seguiría abierto. Admito que la subida, con sus calles empinadas y algunas escaleras redujeron un poco mi velocidad.

Pero ¡llegué! y lo encontré abierto, o al menos eso parecía: no había nadie en la boletería. Mirando los carteles vi que faltaba menos de 30 minutos para el cierre, quizá por eso estaba libre la entrada.
Dentro de la Fortaleza se puede andar libremente, algunos carteles indican qué es (o fue) cada zona.




A mi de por sí me gustan los castillos así que ya me era provechosa la visita, pero sin lugar a dudas la estrella de esta Fortaleza son las vistas de la ciudad sobre el mar Adriático. Daban ganas de que el sol se detuviera por un ratito, para poder apreciar más tiempo ese paisaje, esos colores que aparecen al caer la tarde.

Día 2 – Pueblo, playa y bici
Para el segundo día, luego de un buen descanso en el White Rabbit, salí renovada a recorrer las callecitas del pueblo. La tarde anterior las había visto de reojo, en mi paso apurado hacia la Fortaleza. Fueron como un canto de sirenas tentándome todo el tiempo a desviarme, logré mantener mi destino porque esa Fortaleza en la cima era mi debilidad. Pero a la mañana tempranito ya estaba ansiosa por salir a perderme entre esas callecitas.




También quería dar un paseo en bicicleta para ir un poco más lejos y conocer más de la costa de esta isla que me venía fascinando. La parte antigua de Hvar es pequeña, así que entre desayuno, perderse por algún recoveco, o chusmear tiendas locales, me quedaba toda la tarde para mi ruta birodada

Saliendo del casco antiguo hacia el interior de la isla, Hvar es una ciudad «normal» que no merece mucha visita. Sin embargo, por la costa sí se pueden recorrer algunos kilometros y encontrarse paisajes preciosos, playas o terrazas o muelles para descansar. Las playas son mayormente de piedras, no es lo más cómodo para tirarse a tomar sol, pero igualmente se pueden disfrutar sin necesidad de calzado. Yo de todas formas después de andar bastante, opté por elegirme una buena terraza con reposeras vacías para disfrutar un baño y un merecido descanso.




Se venía la tardecita y solo quedaba volver para cenar y dormir. Si bien no había fiesta, la noche de Hvar tiene su encanto, y más si te toca luna llena!


Día 3 – Regreso 🙁
La visita a Hvar también tuvo algo malo y era que terminaba. A la mañana tempranito emprendí retorno hacia Split, sólo para recoger mi equipaje y seguir mi ruta por Croacia hacia Dubrovnik.
¿Te gustaría conocer la isla? ¿O conoces otra más recomendable en Croacia?